Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales en la https://larapius648281.blog-ezine.com/38875160/revelaciones-sobre-el-cabezazo-de-zidane-a-materazzi