Por el Concilio de Trento se dispuso que no se ordenase de ningún modo al homicida voluntario y que solo pudiese hacerse con el involuntario o casual cuando hubiese motivos muy urgentes y a posteriori de aprobadas las preces.[6] Cabe anotar que todas estas clases de homicidios pueden causar consecuencias https://thesocialcircles.com/story4109396/un-arma-secreta-para-furto