¡Ojalá pudiera, oh divino Corazón, consagrarte tantas adoraciones, tanto apego y tanta edén como Tú consagras a tu imperecedero Padre! Sé el reparador de mis defectos, el protector de mi vida y mi amparo en la hora de mi crimen. Esta Agudeza te la pido todavía para los pobres https://yoursocialpeople.com/story2721736/poco-conocidos-hechos-sobre-oraciones-compuestas